ZL_DondeNadieOyeMiVoz

y vendedor de antigüedades, pero ha trabajado en mil cosas distintas, casi todas relacionadas con la milicia o el deporte. Fue soldado en varias guerras, piloto de com- bate en los tiempos en que tenías que ser muy valien- te para treparte a un avión, fue preparador físico de la selección de futbol de Hungría en los años cincuenta y fotógrafo de reportajes para el National Geographic. Cada quince o veinte años cambia de personalidad y para no levantar sospechas pasa de ser rico a ser pobre o de ser malo a ser bueno. Como los círculos sociales en los que se mueven las personas son tan cerrados, ha po- dido permanecer por décadas en la misma ciudad. La guerra es un sitio ideal para pasar inadvertido y desaparecer sin dejar atrás muchas preguntas y por eso mi padre la fue siguiendo durante más de un siglo. Parti- cipó en Crimea, en las mil guerras entreTurquía y Rusia, en la guerra de Francia contra Prusia, en las dos guerras mundiales, en la guerra que destrozó a los Balcanes… en fin, Lajos ha peleado en todos lados, pero aunque seas un monstruo la maldad del hombre te llega a as- quear y desde hace unos años abandonó la guerra. Viajó por toda Europa, pero un día llegó al barrio de Gellért y lo convirtió en su refugio. Se ha movido hacia otros lados, pero siempre con la intención de regresar a vivir en alguna de las ocho calles húmedas que quedan debajo del castillo de Buda. 23 I