Lectora de sueños

9 C hloé se encontraba emocionada. Todos los rumores que había escuchado duran- te los últimos meses eran ciertos. ¡La gran A. O. se mudaría a la casa de al lado! Ella era su escritora favorita. Sus increíbles historias, llenas de seres misteriosos y de amor a la vida, le hacían desear escribir también. Es verdad que no lo hacía mal —los premios que ganaba en los concursos litera- rios de su escuela lo probaban—, pero estaba lejos de aquella magia, de aquellos temas que inspiraban a otros. Quizá, con un poco de suerte… y si A. O. te- nía tiempo entre su apretada agenda… podría… Muchos pensamientos se le cruzaban mientras veía los coches de la mudanza. TENÍA que cono- cerla, a como diese lugar. Mudanza