CYC_AntologiaDePoesiaLatinoamericanaContemporanea_Cruz
Poesía latinoamericana: un lento repaso 36 *** Fino, culto y gentil, como buen libra, Eugenio Montejo buscaba el equilibro. Entre desatar la poesía y concentrar el ensayo. Entre los buenos modales de la diplomacia y la trascendencia del trabajo editorial. Entre el asombro de la pintura y lo arduo de comunicarlo con palabras. Provenía de la CapitaníaGeneral de Venezuela, pero era ya ciudadano del mundo. Al escribir sobre dos artistas venezolanos, Jesús Soto y Alirio Palacios, reclamó a la critica el haber dejado de lado supertenencia a una región específica de la rica variedad geográfica de su país: la Orinoquia, con su alta nubosidad y su feracidad incontenible; con sus petroglifos y su cestería indígena de formas geométricas pre cisas y su correspondencia mítica; con sus deltas infinitos. Aunque nacido en Caracas, la urbe de la modernización desa forada, Montejo tendrá vivo, en todo momento, un sentido del espacio, y una interiorización del mismo, que manifiesta en ese contrapunto quemodelamuchos de sus más logrados poemas: ru ral-urbano. Como aquel titulado Pueblo en el polvo : Estas calles oblicuas dan al polvo, estas casas sin nadie se disuelven en áspera intemperie y piedras de sombra (…) Por los solares juegan unos niños en sus coros de ausencia. Juegan a que están vivos todavía, a que nunca se fueron.
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