CYC_AntologiaDePoesiaLatinoamericanaContemporanea_Cruz

Poesía latinoamericana: un lento repaso 44 noche y hacia la calle vamos”. De él formabanparte tantoArmando Rojas Guardia como Yolanda Pantin. Poesía, enconsecuencia, de laciudady locotidiano, quebienpue- de releer su tradición en clave de sorna, pero que mezcla el poema breve, la intertextualidad y la ironía, con giros coloquiales, frases hechas, la sentimentalidad nocturna del bolero, y despliegues ver- bales próximos a lo narrativo y cinematográfico. No desdeña ni el poema en prosa ni el epigrama (ErnestoCardenal, José Emilio Pa- checo) ybuscadar voz tantoa lasmujeres comoa loshomosexuales. En tal sentido, Armando Rojas Guardia ha sido un notable conti- nuador de esa línea que, deFedericoGarcíaLorca yLuisCernuda a ConstantinoCavafis yCésarMoro, ha situado el cuerpomasculino como febril polo de atracción. Solo queRojasGuardia lohace desde la perspectiva religiosa, de quien comenzó sus estudios para sacer- dote jesuita y hace de esa opción erótica un ritual, que se sostiene en el andamiaje de la poesía tradicional y la penetrante agudeza de sus inteligentes libros de ensayos. Pero esa pasión, en tantos casos tensa y crispada como su puntillosa escritura, está recubierta de una sombra de enfermedad y culpa: la llaga del leproso, el canto a todos aquellos que se desviaron del camino consabido, como Ver- laine o Rimbaud. La soledad del novicio y la clandestinidad de los cines, la cita in- cumplidaconquienrevisteel deseodeatributosdivinos, terminapor hacer que la sacralidad sederrumbe enuna estéril agonía. Laque en su diario, ensayo, y anotación poética, llamó, con razón, El Dios de la intemperie (1985). Pero esa tensión perpetua entre lo sagrado y lo profano incorporaotravertiente: lacuidadosa reflexiónsobreel poe- mamismo, enmetáfora de cuerpo, de aislamiento e incertidumbre, gracias a la cual se une a esa valiosa tradición de poetas que miran el idioma y saben de su importancia en contra de la demagogia de

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