CYC_AntologiaDePoesiaLatinoamericanaContemporanea_Cruz

11 Poesía latinoamericana: un lento repaso Juan Gustavo Cobo Borda ___ La vanguardia fue en un primer momento feliz e irresponsable. Remontaba el vuelo en los recientes aviones y luego descendía en paracaídas, como Ícaro. Así lo hizo Vicente Huidobro en su ya clá- sico Altazor (1931). Pero también tomaba trenes, barcos o tan solo el teléfono o el telegrama para comunicarse con el mundo. En tal sentido, nadamás dinámico y lleno de colores que las postales que enviaronOliverioGirondo, de laArgentina; Carlos Pellicer, deMé- xico, o Jorge Carrera Andrade, de Ecuador; viajeros por el mundo. Puertos africanos, puertos del Caribe, puertos europeos, la Torre Eiffel. Carrera Andrade, como José Juan Tablada, se fue hasta el Japón e hizo allí sus propios haikús, a los que llamo Microgramas (1926). En uno de ellos dijo: Tierra de pájaros es América entera inmensurable pajarera. En el amanecer sonoro cada árbol es un coro. Hay tantas alas en vuelo que alzan América al cielo.

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