CYC_ElNuevoCuentoLatinoamericano_Cara
Ausencia 26 años antes. Wari le siguió la corriente y le apretó vigorosamente la mano, hasta que Leah dejó de sentirse incómoda por su error. Luego ella y Fredy hablaron de negocios, regateando de una ma- nera juguetona que más parecía un coqueteo; por supuesto, Leah ganó. Cuando terminaron, ella se excusó y se dirigió a otros puestos, dejando solos aWari y Fredy. Apenas ella sehabía alejado lo suficiente comoparano escuchar lo que decían, Fredy se volteó hacia Wari. “No me pidas trabajo, compadre”, dijo, frunciendo el ceño. “La cosa ya está bastante difícil para mí”. Wari quedó desconcertado. “¿Y quién te ha pedido chamba a ti? Tengo trabajo, cholo”. “Seguro, compadre”. Wari lo ignoró y se dedicó a inspeccionar la mesa. A un lado, habíapequeños tenedores de cóctel convertidos en ridículos aretes. Al otro extremo, fotografías en blanco y negro de picos andinos, plateados y coronados de nieve, y otras de fortalezas de piedra en ruinas e iglesias coloniales. En ninguna de ellas había gente: solo paisajes, edificios y piedras dispersas talladas por los incas; todo se veía deshabitado y vacío. —No hay gente —dijoWari. —Emigraron —se burló Fredy. —¿Y esta mierda vende? —Lo suficiente. —Ella esmi hembra, por si acaso—dijoWari depronto, y le gustó el tono de sumentira, lo repentina que había sido, y la forma en que lo miraba el ecuatoriano, sorprendido. —¿La gringa? —Ajá. —Anda, huevón —dijo Fredy.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MTkzODMz