CYC_CuentosDeLaCalle_Cruz
Introducción a Cuentos de la calle 14 Recorrer la calle no es solo un acto de desplazamiento físico. Es reconocerse a símismo comoun individuo dentro de una colectivi- dad. El hombre camina entre lasmasas, pero va solo con sus pensa- mientos. De esemodo, la calle es un espacio de introspección; pero, por otro lado, es el lugar de encuentro de las distintas soledades y el ecode sus voces interiores. Enconsecuencia, a través del recorrido, el individuo absorbe la cultura viva de la calle y es transformadopor ella. Al apropiarse de la misma, crea imaginarios y les da sentido a través de sus propias vivencias, transformándolas a su vez. La calle no es solo escenario, sino que es también parte de un problemaque adquierepluralidadde valores y se vuelveunelemen- to activo de la narración. Encontramos, entonces, diferentes calles con diversos significados. La calle citadina que, con su grandeza y densidad abrumadora, resalta la soledad del hombre, lo conduce a la indeterminación. Igualmente, encierra la paradoja del progreso: mientras que en ella es posible apreciar los avances de la tecnología y el ritmo acelerado de la sociedad, también es el lugar del aislamiento del individuo, de la lenta soledad del peatón. La calle urbana desdibuja el aparente bienestar que trae consigo el progreso. Por otro lado, está la calle de puebloque es el puntode encuentro de un núcleo social muchomás reducido pero familiar, en el que lo simple permite la satisfacción de la vida en comunidad. La literatura retoma estos rasgos y reconfigura la calle desde una visión poética que la hace extraña a los ojos del lector. Este nuevo acercamiento sedadesde lapercepciónque tienen los personajes de las situaciones en las que se encuentran sumergidos. La calle, como figura, sereconstruyeapartirde lanostalgia, lasvivenciasy lasubjeti- vidaddeunos individuosquelaimaginanasumanera, luegodehaber- la interiorizado, experimentadoy transformado irremediablemente.
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