CYC_CuentosDeLaCalle_Cruz
21 El cuento empieza haciendo una referencia directa a la calle: “Leoncio camina por una tumultuosa calle de la ciudad”. Este co- mienzo marca uno de los ambientes del cuento, aquel en el que el perro hace su aparición. Leoncio, para huir del animal, tiene la es- peranza de resguardarse en su apartamento. El perro es un ser de la calle y a ella pertenece. Sin embargo, entra por la fuerza en el apartamento y este nuevo ambiente se ve invadido por el intruso callejero. La irrupción aumenta la desesperación del personaje, lo que va a ser el motor de acción de la risa. No obstante, no es la intrusión de un ambiente en el otro lo que hace reír al lector, sino la inversión de dichos espacios. La des- esperación que produce la intromisión del perro se convierte en obsesión, hasta el punto en que el personaje desea matarlo. Pero, por un “descuido” suyo (deja la puerta abierta; la puerta, que es el enlace entre los dos mundos), el perro vuelve a la calle. El invasor ha jugado tanto con su víctima y con el espacio que habita que el hombre decide salir a perseguirlo y el juego se invierte. La presencia de la calle esmenos evidente aquí que en los cuen- tos anteriores. Aunque el relato comience en la calle y el perro sea parte de ella, su relación con el personaje no es explícita sino suge- rida. Esta representación se vuelve interesante porque la calle deja de ser un escenario para convertirse enuna imagen. Su poder no se ejerce en la misma, sino en un espacio ajeno. La cueva de Montesinos de Pablo García Dussán Desde el título y el epígrafe, sabemos que el cuento de García Dus- sán juega con un intertexto de la segunda parte de Don Quijote de Cervantes. La sala de cine es la cueva donde un individuo entra y se hace partícipe de unmundo fantástico que lo fascina y lo incentiva a contar las maravillas que vio. Sin embargo, el mundo exterior no
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