CYC_RomeoYJulieta_Cruz
13 Piedad Bonnett Vélez Sabemos que los griegos hablaron del amor como una enferme- dad; de la misma manera, Romeo se presenta a Benvolio como un “enfermo”, oseacomounhombrequeha sidoatacadoporunmal ex- terno sin que pueda hacer nada para defenderse. Y aquel que actúa impelido por una fuerza extraordinaria que sobrepasa sus recursos está lógicamente libre de culpa. Este sentimiento eminentemente cristiano no existe en esta obra, y esto la llena de enorme frescura. La única ligera disculpa que esboza Julieta a Romeo por no saber disimular su enamoramiento es la de su naturaleza apasionada. Y es que el amor que invade, que se apoderadel individuomaniatando su voluntad, encuentra su verdadero terreno propicio en las almas ardientes, que son siempre almas jóvenes. ...en primer lugar, Fedro es el más joven de los dioses. Una gran prueba enprodemi a rmaciónélmismo loprocura, al huir en fran- ca fuga de la vejez (...). Contra esta, como es sabido, siente el Amor aversiónpor naturaleza, y no se aproxima a ella ni a larga distancia. Son las palabras de Agatón, que parlamenta en El banquete , su- brayando que el amor es patrimoniode la juventud. Romeo y Julieta puede ser considerada una obra en la que Shakespeare ilustra ya la brecha entre jóvenes y viejos que va a ser después el tema de El rey Lear . La juventud es la dueña del sentir, de la emoción y el vértigo, mientras la gente vieja, dirá Julieta, “dijérasemuerta en su mayoría”. Los jóvenes en la obra son alegres, impetuosos, penden- cieros comoTeobaldo o dicharacheros o procaces comoMercucio. Sus diálogos están llenos de bromas y calambures quemuestran su ánimo desenfadado siempre dispuesto al juego y a la conquista. El mismo Romeo, enfermo de amor, participa sus pesares a su amigo con gran sentido del humor. Pero sobre todo aman y sufren conuna
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