CYC_RomeoYJulieta_Cruz

Romeo y Julieta:el mito del amor imposible 18 sino un sueño, demasiado encantador y dulce para que tenga rea- lidad!”; la cita de los enamorados antes de que Romeo parta para Mantua; y la escena enel cementerioenque se lleva a caboel trágico desenlace. Amor y sexualidad van juntos en Romeo y Julieta . Ya veíamos las observaciones picarescas y un tanto obscenas de la nodriza; encontramos también lasbromas subidasde tonodeMercucioen la escena primera del acto segundo, y es evidente que hay deseo en las palabras de los amantes. Sin este no podríamos concebir el amor de Romeo y Julieta, comprender su ímpetu, el furor de su impulso. Es el deseo el que convierte en prohibido este amor, que no se resigna a no consumarse, y es el deseo el que apresura la boda para poder llegar cuanto antes a la posesión. Los jóvenes planean presentar a sus padres su acto como algo irreversible. Pero el enamoramiento va más allá del deseo. Y quizá la mejor prueba de ello es el proceso de idealización mutuo que refleja su lenguaje. Obnubilados por el amor cada uno contempla del otro solo lo que es bello, de modo que aspiran a la unión de una manera trascendente. El solo deseo no es capaz de precipitar a un hombre en lamuerte voluntaria; Romeo y Julieta experimentan a través del amor lamás profunda sensaciónde vida, demodo que yanopueden concebir esta sin aquel. El amor de Romeo y Julieta es en realidad un símbolo en un mundo gobernado por el odio. La primera víctima de este seráMer- cucio, gura deliciosa, llena de gracia e ingenio. Mercucio pasa por la obra fugazmente, pero su corta intervención es su ciente para despertar en el público una enorme simpatía. Shakespeare sabía que tenía que crear ese efecto para que sumuerte, seguida por la de Teobaldo, resultara impactante para el espectador, que compren- de de inmediato que la rivalidad entre Capuletos y Montescos es

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