TAZ_DosPequenasGatasJaponesas

viajar, pero volando en avión a Japón hay tiem- po para pensar muchas horas seguidas y darte cuenta de lo inmenso que es el espacio que ro- dea a la Tierra. El cielo no tiene forma, eso puede asustar. Papá me dijo una palabra que me encan- tó: “infinito”. En ese viaje hablamos del infinito, del todo y de la nada. A mí el tema del cielo me atrapa casi tanto como el tema de los árboles genealógicos. Diría que pensar en el infinito y en la nada es a veces muy parecido y a veces muy diferente, algo así, y ambos pensamientos están unidos en el cielo o en el espacio, como se lo quiera lla- mar. En ese viaje también aprendí que tengoku es “cielo” en japonés. A mi amiga Agustina (así se llama) también le gusta mucho el cielo porque creció en el cam- po. Ella dice que en el campo hay más cielo que en la ciudad. Y más animales. ¡Le encantan los animales! Por eso pienso que cuando tenga los dos gatitos japoneses al menos voy a tener más mo- tivos para que venga a casa. Ya vino otras veces, pero esto de sentirme “enamorado” hace que in- vitarla ahora me ponga nervioso. (Cada vez que ella habla me da como un do- lor en la panza y una alegría al mismo tiempo. No sé si me entienden, ojalá que sí). 18

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