TAZ_PorCulpaDeUnaS
La abuela Amelia y la tía abuela Amalia, ge- melas. Las tatarabuelas Eslinda y Erlinda tan geme- las como sus esposos. Mi hermano y yo, gemelos. Es como para no creer, pero en nuestra familia el único que no tiene un doble caminando por el mundo es Constante, el perro de la tía abuela. Me equivoqué otra vez, es muy difícil empe- zar esta historia. Para comprender lo que sucedió tendría que contarles que, hace un año, la tía abuela Amalia hizo como de costumbre la masa deliciosa y sua- ve de las tortas de chocolate y la abuela Amelia, con mucha paciencia, las adornó con su manga de merengue. O que… cuando solo faltaban unas horas para la llegada de los primeros invitados, la tía abuela Amalia detectó que la colita de la ese de FELICIDADES de la torta de mi hermano era más larga y delgada que el rabito de la ese de la mía… O mejor, que de los gemelos que conozco, la tía abuela Amalia es la que defiende con más pasión eso de ser iguales… O quizás que… Creo que mi historia será un fracaso. 18
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MTkzODMz