TAZ_PorCulpaDeUnaS

Mamá escoge su ficha y se lo dice a su her- mana, la tía Dalia. Mamá se sienta y conversa largamente con la ficha. En un momento dado, interrumpe el diálogo con el pretexto de atender algo urgente y tía Dalia debe asumir el papel de mamá sin tener ni idea del tema de conver- sación. Si la ficha descubre lo que sucede, se suman dos puntos a favor de mamá. No se acu- mulan puntos en contra de la tía Dalia porque un gemelo siempre suma o multiplica, nunca resta o divide. A este evento familiar le llamamos Olimpia- da Gemela y se produce cuatro veces al año en ocasión de cada cumpleaños. La pizarra de anotaciones cuelga de un clavo de la pa- red de la cocina y solo le es permitido anotar a quien vence en cada ocasión. El juego tiene otra particularidad y es que, a veces, la ficha quiere largarse antes de que el partido conclu- ya. A esta circunstancia se le llama “obstácu- lo”, y cuando un jugador logra convencer a la ficha de permanecer unos minutos más se le anotan cuatro puntos con la ventaja de iniciar la próxima ronda del juego. Si la ficha insiste 28

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