TAZ_QueProblemaConMiNombre
Si no fuera por esos cuantos signos que conforman nuestro nombre, seríamos otro. Uno distinto del que somos. Oki Tomo cuando tenía doce, o Juan Carlos Quezadas cuando fue mayor —Tienes razón, soy un olmo —dijo el olmo— y por más que quiera jamás me van a salir manzanas, mi virtud es otra. Cuento chino
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MTkzODMz