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17 Literatura - Teoría literaria Lee el ejemplo y observa sus elementos, con base en el esquema anterior. La ventana abierta Frampton Nuttel llegó al pueblo, a un retiro rural, por indicación de su médico y como descanso para sus nervios. —Mi tía bajará en un momento, señor Nuttel —le anunció una joven de quince años—; siéntese, yo lo acompañaré. Frampton se sentó, pensando si ese via- je realmente le funcionaría. —¿Conoce usted a otras personas del pueblo?— preguntó amable la joven. —No. Traigo una carta de mi hermana para su tía. No se ven hace cuatro años. —¿Cuatro años? ¿Entonces no saben ustedes lo de la tragedia? Ocurrió el año antepasado— dijo la muchacha. Y le relató al asombrado visitante que la ventana estaba abierta, ya que por ese mismo lugar, el esposo de su tía, sus dos hermanos y su perro spaniel salieron de caza para no volver jamás, porque un traicionero pantano se los tragó. Nuttel se exaltó y sintió un escalofrío. Se calmó cuando la tía llegó al salón. —Espero que no le importe la ventana abierta —dijo de repente la señora Sa- ppleton—. Mi querido esposo y mis her- manos volverán de su jornada de caza y siempre entran por ahí—. Siguió ha- blando, alegremente, sobre la cacería. Para Frantom, todo sonaba espantoso. Hizo un esfuerzo por dirigir la conversa- ción hacia un asunto menos aterrador. —Los médicos coinciden en que tenga descanso absoluto, ausencia de excita- ción mental y que evite el ejercicio físi- co intenso —anunció Framton. —¡Llegaron! —gritó la señora—. ¡Justo a tiempo para el té, y no tienen barro hasta los ojos! Framton se estremeció y se giró hacia la sobrina con una mirada que intenta- ba transmitir compasión. La muchacha miraba hacia afuera a través de la ven- tana abierta con un aturdido terror en los ojos. En la creciente oscuridad del crepúsculo, tres figuras cruzaban el jar- dín y caminaban hacia la puertaventa- na; Frantom agarró sus cosas frenética- mente; la puerta de entrada, el camino de gravilla y el portón del frente fueron apenas advertidos en su retirada. —Ya estamos aquí, querida —dijo el que llevaba encima el impermeable cuando cruzó por la ventana—. ¿Quién era el que salió corriendo ahora, cuando nos acercábamos? —Un hombre particular, un tal señor Nuttel —contestó la señora Sappleton—. Solo habló de sus dolencias y se fue sin despedirse cuando llegaron. Cualquiera diría que había visto un fantasma. —Imagino que fue el spaniel —dijo la sobrina con tranquilidad—. Me confesó que le tenía pavor a los perros. Alguna vez fue perseguido por una jauría hasta un cementerio y tuvo que pasar la noche en una sepultura, con esas criaturas gruñendo, mostrándole los dientes y echando espuma por la boca. Suficiente para que cualquiera pierda el valor. Las historias improvisadas eran su especialidad. Adaptado de Hugh, Héctor (SAKI). (2006). La ventana abierta. Bogotá: Colección Libro al Viento IDCT. Formular preguntas Existen preguntas sencillas que pueden formularse para aproximarse a las partes de un texto y facilitar su comprensión. De acuerdo con lo aprendido, ¿qué preguntas formularías para identificar cada elemento de una narración? Herramientas para aprender Personajes. Desarrollan las acciones de la historia. Espacio. Lugares donde ocurren los hechos. Narrador. Ayuda a que el lector conozca la historia. Tiempo. Orden en el que suceden las acciones. Taller de actividades, pág. 258.

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