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53 Comprensión y producción textual Taller de actividades, págs. 263-264. Godong / GettyImages. Photo12 / GettyImages. En nombres propios, la primera letra va en mayúscula. Conclusión Las partes de un texto argumentativo EL HUEVO: síntesis del génesis y el cosmos El huevo: síntesis del génesis y el cosmos Elaborar organizadores gráficos Haz un esquema sobre la interpretación del huevo en la Antigüedad, la Edad Media y ahora. Recuerda poner en contexto la mirada occidental y la oriental. Herramientas para aprender Título llamativo Exordio Antecedentes En español, el punto cierra la oración, así que se pone después de las comillas y no antes. Razonamiento E l huevo ha sido, a través de todos los tiempos y culturas, símbolo y encarnación de la vida tal como la conocemos y, sin embargo, extensiva al génesis, al cosmos y a la eternidad. Para los antiguos griegos, el huevo sintetizaba perfectamente los cuatro elementos: la cáscara se identificaba con la tierra, la yema con el fuego, la clara con el agua y el espacio entre cáscara y clara con el aire. Los hindúes describieron el “huevo cósmico” como sigue en el texto sagrado Changogya Upanishad : “La nada convertida en ser creció y se transformó en huevo”. “Reposó por un año entero y se fragmentó en dos mitades, una de plata y otra de oro. La de plata generó la tierra y la de oro dio lugar al cielo. La membrana externa gestó las montañas; la interna, las nubes y las brumas. Sus venillas dieron lugar a los ríos y el agua de la vejiga al océano”. Todavía más hermosa es la versión de los antiguos griegos, según la cual la diosa fenicia Astarté se convirtió en Afrodita, diosa del amor y de la belleza, desde el momento en que los peces del Éufrates empuja- ron un huevo enorme hasta la orilla donde fue incubado por palomas. Tal vez sea el origen de afrodisiaco que tienen los huevos. Otras antiguas culturas, entre ellas la china, la maya, la inca, la tibetana y la cananea, confirieron al huevo valor cosmológico. En épocas más recientes, los cristianos lo relacionaron con sus prácticas y liturgias religiosas y se destaca en su hagiografía e iconografía. En varias iglesias de Europa y de la Tierra Santa, figuran los huevos de avestruz como elementos místicos de decoración. Zalamea, Luis. (1997). En De la mesa y sus placeres . Bogotá: Voluntad. Mientras que los filósofos de la Edad Media debatían, sin resolverlo, el misterio de qué fue primero, si el huevo o la gallina, los alquimistas le adjudicaban poderes de piedra filosofal, clave de la sabiduría. Por todas estas creencias se supone que algunas culturas llegaron en determinado momento a prohibir el consumo del huevo como alimento. Debemos felicitarnos porque dicha proscripción no trascen- dió, ya que nos habría privado de uno de los ingredientes más sabrosos, nutritivos y versátiles de la cocina universal. Valentin, Basil. Alquimia, signo de los siete metales . 1659. Grabado en el libro L’Azoth des Philosophes . Huevo de avestruz que simboliza la sepultura y resurrección de Cristo. Monasterio copto de la Santísima Virgen y San Juan Kamate.
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