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38 Taller de competencias Lee el texto y realiza las actividades. Fábula del asno, el buey y el comerciante Has de saber, hija mía, que hubo un comerciante dueño de grandes riquezas y de mucho ganado. Estaba casado y con hijos. Alah, el Altísimo, le dio igualmente el conocimiento de los lenguajes de los animales y el canto de los pájaros. Habitaba este comerciante en un país fértil, a orillas de un río. En su morada había un asno y un buey. Cierto día llegó el buey al lugar ocupado por el asno y vio aquel sitio barrido y regado. En el pesebre había ce- bada y paja bien cribadas, y el jumento estaba echado, descansando. Cuando el amo lo montaba, era solo para algún trayecto corto y por asunto urgente, y el asno vol- vía pronto a descansar. Ese día el comerciante oyó que el buey decía al polli- no: “Come a gusto y que te sea sano, de provecho y de buena digestión. ¡Yo estoy rendido y tú descansando, después de comer cebada bien cribada! Si el amo te monta alguna que otra vez, pronto vuelve a traerte. En cambio, yo me reviento arando y con el trabajo del molino”. El asno le dijo: “Cuando salgas al campo y te echen el yugo, túmbate y no te menees aunque te den de palos. Y si te levantan, vuélvete a echar otra vez. Y si entonces te vuelven al establo y te ponen habas, no las comas, fíngete enfermo. Haz por no comer ni beber en unos días, y de ese modo descansarás de la fatiga del trabajo”. Pero el comerciante seguía presente, oyendo todo lo que hablaban. Se acercó el mayoral al buey para darle forraje y le vio comer muy poca cosa. Por la mañana, al llevarlo al trabajo, lo encontró enfermo. Entonces, el amo dijo al mayoral: “Coge al asno y que are todo el día en lugar del buey”. Y el hombre unció al asno en vez del buey y le hizo arar todo el día. Al anochecer, cuando el asno regresó al establo, el buey le dio las gracias por sus bondades, que le habían proporcionado el descanso de todo el día; pero el asno no le contestó. Estaba muy arrepentido. Al otro día, el asno estuvo arando también durante toda la jornada y regresó con el pescuezo desollado, rendido de fatiga. El buey, al verle en tal estado, le dio las gracias de nuevo y lo colmó de alabanzas. El asno le dijo: “Bien tranquilo estaba yo antes. Ya ves cómo me ha perjudicado el hacer beneficio a los demás”. (...) Anónimo. (1969). Las mil y una noches . Barcelona: Círculo de Lectores. 1. La fábula anterior hace parte de Las mil y una noches, obra que, por sus características, pertenece a la literatura a. india, con un fuerte contenido mítico y filosófico. b. griega, con personajes arquetipos que engrandecen al héroe. c. medieval, recitada por los juglares en las cortes. d. persa, con el misticismo indio y la fantasía árabe. 2. Elige la intención del texto. Luego, identifica en el texto fragmentos que lo ejemplifiquen. a. Dar a conocer la cultura oriental a través de personajes prototipo del Medioevo. b. Enseñar valores morales mediante personajes animales que representan situacio- nes humanas. c. Exaltar los valores del caballero medieval mediante experiencias anecdóticas y rela- tos cotidianos.
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