Comprensión lectora 2 Unidad 1
¿Sabías que … ? Glosario ©EDUCACTIVA S.A.C. Prohibido fotocopiar. D.L. 822 4 Lectura 1 La biblioteca de Asurbanipal La primera biblioteca mesopotámica de la que se tuvo noticia fue la última creada en esa civilización por los asirios, en cabeza de uno de sus más destaca- dos miembros. Se trata de la biblioteca del rey Asurbanipal, que fue descubier- ta a mediados del siglo pasado por los ingleses Austen H. Layard y H. Rassam, al excavar Nínive. Aparecieron unos 30 000 fragmentos de tabletas de arcilla enterradas en las ruinas a que quedaron reducidos el palacio real y la ciudad, cuando en 612 a. C. los medos y los babilonios la conquistaron conjuntamen- te. El descubrimiento aceleró el desciframiento de la escritura cuneiforme y sorprendió a los estudiosos y curiosos cuando se supo que entre las tabletas había unas que contenían el Poema de Gilgamesh , el más antiguo de la humani- dad, y en el que se hablaba de un diluvio, que inmediatamente se asoció con el narrado en la Biblia. No era Asurbanipal el primer rey asirio que sintió interés por los libros, pues su padre y algunos de sus antepasados, como el prominente rey Tiglatpileser III (1100 a. C.), habían llegado a reunir bibliotecas en sus palacios, conscientes de que eran los legítimos representantes de una cultura varias veces milenaria e interesados en reforzar su poder político. Pero Asurbanipal mostró una afición muy superior por los textos antiguos. Se jactaba de su capacidad de descifrar el sumerio y el acadio y de sus profun- dos conocimientos sobre presagios, matemáticas y, en general, sobre las cien- cias más oscuras. Organizó un escritorio en su palacio en el que se copiaron, con buena caligrafía y cuidadoso esmero, muchos textos. Su estima por ellos refleja, por ejemplo, en los colofones de las tabletas, donde a veces se indica simplemente que son de su propiedad, pero en otras ocasiones figura este pre- tencioso texto: Palacio de Asurbanipal, rey del mundo, rey de Asiria, que confía en Asur y en Ninlil; a quien Nabu y Tashmetu proporcionaron finos oídos y aguda perspicacia, lo mejor del arte del escriba, que ninguno de mis antecesores lo consiguió, la sabi- duría de Nabu, los signos de la escritura, todos los que han sido inventados, los he escrito en tabletas. Las he ordenado en series, y las he colocado en mi palacio para mi real contemplación y lectura. Tu señorío no tiene igual, Asur, rey de los dioses. Cualquiera que remueva la tableta y ponga su nombre junto al mío, derríbenlo, contrariados y enfadados, Asur y Ninlil, y hagan desaparecer su nombre y su especie de la Tierra. En otros colofones asirios se amenazaba a quienes rompieran las tabletas o las introdujeran en agua de forma que quedaran ilegibles, con maldiciones más duras, como desear que su carne sirviera de comida a los perros. En cambio, en los colofones babilónicos no hay maldiciones, sino recomendaciones. El colofón, utilizado hasta la invención de la imprenta como el medio de identi- ficación de las obras, fue otra aportación de los mesopotámicos al libro y a las bibliotecas. Los datos que contenía facilitaron su catalogación, clasificación, ordenamiento y rápida recuperación o localización. Se colocaba al final de la tableta y en él constaba el título, que era naturalmente la frase inicial. Cuando la obra se distribuía en varias tabletas, al final de cada una se ponía la primera línea de la siguiente. Si era una serie (en general, repertorios extensos, con 20, 30 y hasta 100 tabletas con información sobre un tema), el nombre de esta teratológico . Monstruoso. onírico . Relativo a los sueños. arúspice . Que predice el futuro. La escritura cuneiforme es la forma más antigua de escritura. Fue desarrollada por los pueblos sumerios hace más de seis mil años. Se realizaba dibujando en tablas de arcilla pictogramas con un punzón afilado de cáñamo.
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