TA_CupidoEsUnMurciélago

14 de 17 habitaciones, lo repito ¡más de 17 habitacio- nes! Pareciera que al bisabuelo además de fundar colegios le gustaba tener hijos. O, tal vez, llegó a tener tantos hijos que le resultó más económico abrir un colegio propio para que la familia tuviera dónde educarse. En el jardín existen tres edificios adicionales, más modernos que los anteriores. Son edificios blancos y sin mucha gracia, con tres pisos llenos de ventanas cuadradas. Existe un detalle curioso, o, mejor dicho, estúpi- do. Me he podido dar cuenta de que en este colegio hay muchos rótulos con mensajes tontos. Junto a los basureros que están desperdigados por todos lados hay un rótulo que dice: «Basurero. Deposite aquí la basura». Pero claro, si los basureros sirven para eso ¿o qué se han imaginado?, ¿que están ahí para subirse en ellos y volar a la Luna? Junto a la pileta hay un rótulo que dice «Pileta», bajo el limonero hay uno que dice «Limonero» y junto a la cancha de fútbol uno que dice «Cancha de fút- bol». Hay tantos rótulos innecesarios por cada rincón que no me sorprendería que un día de estos me obligaran a llevar uno pegado a la cabeza que dijera «Niño». Ser «el nuevo» de la clase no es agradable, pero ya estoy acostumbrado a los cambios. Me he muda- do de casa, de colegio y, un par de veces, de país. Mi papá tiene un trabajo de aquellos en que parecie- ra que el jefe llega cualquier día y dice «Hey, tú, el

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