TA_CupidoEsUnMurciélago
31 mi nariz, fueran visibles trofeos ganados tras una lucha encarnizada contra un dinosaurio. Siempre me ha parecido sorprendente lo que puede hacer una hemorragia nasal o un yeso en el brazo, a favor de la popularidad de cualquiera. Lo he visto en muchas ocasiones, basta con que alguien llegue al colegio con unas muletas o con un yeso en mano, brazo, pie o pierna, para que todas las chicas lo consideren guapo y tierno, y para que los chicos lo miren como a un tipo rudo y valiente. —¿Qué ocurrió, cariño? —preguntó Chelito mientras la enfermera me limpiaba la sangre. Yo no sabía qué responder, pero lo único que te- nía claro era que, en este caso, decir la verdad solo complicaría las cosas. Si un niño dice que se metió en el baño de mujeres «por equivocación», nadie
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