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29 Escenarios fantásticos Los escritores de ciencia ficción poseen la habilidad de tomar paisajes existentes en la vida real, ya sea al interior del planeta Tierra, ya sea al exterior de él (como por ejemplo, la Luna), y crear escenarios desconocidos habitados por seres extraordinarios. Los mares se convierten en mundos ignotos, el cielo y el viaje a través del espacio en trayectorias fantásticas e inverosímiles donde lo inesperado se abre paso a través de criaturas ace- chantes, platillos voladores y extraterrestres de los que no se sabe si serán amigos o enemigos. Lee el texto y la explicación que lo acompaña. Desarrolla competencias De la Tierra a la Luna (Fragmento) —Siento —respondió Michel Ardan— no conocer personalmente a mi distinguido antagonista para poder contestarle. Su objeción no carece de fuerza, pero creo que se la puede combatir victoriosamente, como se pueden combatir todas las teorías fundadas en la habitabilidad de los mundos. Si yo fuese físico, diría que, si bien es verdad que hay menos calórico en movimiento en los planetas próximos al Sol, y más calórico en movimiento en los que de él están lejos, este simple fenómeno basta para equilibrar el calor y volver la temperatura de dichos mundos soportable a seres que están organizados como nosotros. Si fuese naturalista, le diría, de acuerdo con muchos ilustres sabios, que la naturaleza nos suministra en la Tierra ejemplos de animales que viven en distintas condiciones de habitabilidad; unos peces respiran en un medio que es mortal para los demás animales; que algunos habitantes de los mares se mantienen debajo de capas de una gran profundidad, soportando, sin ser aplastados, presiones de cincuenta o sesenta atmósferas; le diría que algunos insec- tos acuáticos, insensibles a la temperatura, se encuentran a la vez en los manantiales de agua hirviendo y en las heladas llanuras del océano polar; le diría, por último, que es preciso reconocer en la naturaleza una diversidad de medios de acción, que no deja de ser real aun siendo incomprensible, a lo menos para nosotros. Si yo fuese químico, le diría que los aerolitos, cuerpos evidentemente formados fuera del mundo terrestre, han revelado al análisis indiscutibles vestigios de carbono, el cual no debe su origen más que a seres organizados, y, según los experimentos de Reichenbach, ha tenido necesariamente que ser animalizado. En fin, si fuese teólogo, le diría que, según san Pablo, la Redención divina no se aplica exclusivamente a la Tierra, sino que comprende a todos los mundos celestes. Pero yo no soy teólogo, ni químico, ni naturalista, ni físico, y como ignoro completamente las grandes leyes que rigen el universo, me limito a responder: no sé si los mundos están habitados; y como no lo sé, voy a verlos. VERNE, Julio. De la Tierra a la Luna . Madrid: Edaf, 1981. Pensamiento crítico 1. Identifica quién habla en el fragmento anterior. Busca palabras o expresiones que te permitan señalar al protagonista. a. un científico b. un religioso c. un aventurero d. un biólogo 2. Selecciona uno de los siguientes escenarios y explica qué tipo de historia de ciencia ficción podría desarrollarse allí: árido, acuático, espacial. Antagonista: (Del lat. anta- gonista ) personaje que se opone al protagonista. Ad- versario, rival. Vocabulario Escenarios fantásticos. El protagonista menciona escenarios de la realidad que, por sus características, parecen fantásticos. A partir de la realidad, se van creando otros mundos maravillosos. Evidencias: • Comprende la realidad que circunda a las obras literarias a partir de los conflictos y hechos desarrollados en textos como novelas y obras teatrales. • Desarrolla en sus textos un único tema central, alrededor del cual organiza una serie de subtemas.

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